Sobre el contexto actual en la guerra multifactorial – I

Imagen tomada de la web Insurgencia Magisterial

Por: VL_ Asociación de Cubanos en Cataluña José Martí

“Vivimos una etapa en que los acontecimientos marchan por delante de la conciencia de las realidades que estamos padeciendo. Hay que sembrar ideas, desenmascarar engaños, sofismas e hipocresías, usando métodos y medios que contrarresten la desinformación y las mentiras.”

Fidel Castro Ruz, Discurso pronunciado en el acto central por
el Cuadragésimo Aniversario del Triunfo de la Revolución, 1ro de enero de 1999

Los escenarios en que vivimos hoy están diseñados desde oficinas en EEUU utilizando lo que ya han experimentado en otros países, son escenarios montados aprovechando la extremadamente compleja realidad y los descontentos que se derivan del bloqueo genocida contra Cuba.

Muchas personas hay que no están siendo capaces de ver, y mucho menos comprender, los entresijos de la guerra multifactorial actual contra Cuba. Sin consciencia de la realidad en la que uno se mueve, el campo queda abonado para ser víctima de juegos y manipulaciones.

Los juegos, los engaños y las manipulaciones que vemos en el presente contra Cuba no son simples intentos ciegos de prueba y error, forman parte de una estrategia bien planteada, planeada y ejecutada de ingeniería social, de `hackeo de mentes´, de manejo de rebaños.

Dos objetivos inmediatos que no escapan a la vista, sencillos en sí mismos son: sembrar diferencias que minen la confianza entre la gente, para así romper la unidad popular, y crear una confusión sobre qué es lo correcto o no, revolucionario o no, patriota o no.

Sembrar las diferencias les está siendo muy sencillo en este momento, no por casualidad, sino porque han conseguido previamente otro objetivo, hacer creer que la revolución se hace en las redes y no en el trabajo diario, `virtualizar´ la Revolución.

La “vida” en las redes aísla a las personas de la realidad material que les circunda. En las redes se crean realidades alternativas con gran facilidad, situaciones y estados de opinión ficticios, y hasta se pueden fabricar héroes de anti-héroes.

¿Y por qué el aislamiento de la realidad es útil para el manejo de rebaños? Por muchas cosas, pero especialmente porque adormece completamente las capacidades de observar, analizar críticamente, y extraer conclusiones viendo las cosas como un todo, no solo como una parte.

Mover las masas al mundo virtual, hacer creer q ese es el escenario de batalla más importante, tiene otra consecuencia más, menos tiempo dedicado a pensar e implementar las soluciones necesarias para los problemas más acuciantes, cercanos, los que afectan la realidad material.

Otra consecuencia de la vida en las redes, y a la que los manipuladores prestan mucha atención, es el carácter individualista y aislacionista de ese tipo de actividad, donde el ego se convierte en una debilidad explotable, la más explotable de todas.

El ego no suele venir solo, viene acompañado de otros `síntomas´. La soberbia viene siempre de la mano del ego. Una persona soberbia se vuelve virtualmente incapaz de analizar sus propios actos de manera crítica, de hacer autocrítica, de ver y rectificar sus propios errores.

Alguien incapaz de analizar sus propios errores de manera crítica, alguien soberbio, no verá otra cosa sino un ataque ante cualquier comentario que reciba y que no vaya en la línea de refuerzo de su ego al estilo «me encanta lo que haces».

Ante lo que el soberbio-ególatra interpreta como un `ataque´ en contra suyo, arremeter duramente contra el `atacante´ se vuelve la reacción común más inmediata, ejecutada a menudo de forma visceral y desproporcionada, sumando cuanto sea posible a sus `seguidores´, especialmente a los que le siguen en rebaño de manera completamente acrítica.

En un entorno con suficientes `seguidores´ con una capacidad de análisis crítico disminuida, con necesidad de dar respuestas rápidas porque su ego así lo impone, programados para empatizar ante el supuesto ataque, es común que ver respuestas que son verdaderos ataques, a menudo en forma de ola, pudiendo incluso llegar al extremo de convertirse en un acoso contra el supuesto `atacante´.

Contrario a lo que podría ser un debate basado en el intercambio de ideas y argumentos, productivo, provechoso, los `contraataques´ suelen convertirse en descalificaciones y repeticiones de frases hechas, en argumentos ad hominem, o incluso en falacias, verdades a medias y mentiras.

Un `arma´ muy socorrida es, al más puro estilo de los oportunistas de siempre, acusar de contrarrevolucionario a quien ejerce la crítica, o a quien cuestiona. Y es que claro, «si no estás de acuerdo con esto que dijo <pon cualquier nombre>, estás en contra de la Revolución».

Llegando ya a lo pueril, por no calificarlo de otra forma, también se repite el mismo esquema utilizado en España para desarticular a la izquierda real. Si eres viejo eres un dinosaurio, ¡apártate que toca cambio! Y si les criticas eres un `ultrarrevolucionario´.

Basta con generar y reproducir lo suficiente ese comportamiento, ese ciclo `atacante´ – `atacado´, para generar un estado de ánimo propicio para la introducción de desavenencias, rencores, tensiones y diferencias que llevan a la conclusión del objetivo propuesto: EPD Unidad.

Para evitar que la ruptura de la unidad sea algo temporal, ya que el objetivo de los enemigos es destruir el todo, no la parte, les es necesario también destruir todos los pilares sobre los cuáles pudiera volverse a reconstruir la unidad, o al menos nublar la vista, confundir y desorientar.

La Revolución Cubana se forjó y triunfó sobre dos pilares maestros centrales, el patriotismo crecido durante las luchas independentistas y su continuidad antiimperialista con Fidel, la Generación del Centenario, y el pueblo cubano, arcilla y torno de esa inmensa obra.

Para destruir el pilar del patriotismo el método que emplean es el más sencillo, ya que la historia aún no consiguen reescribirla a pesar de los esfuerzos ingentes que hacen con la gusanera, han optado por cambiar el concepto de qué es un `Patriota´.

Para simplificar qué significa ser un `Patriota´ lo circunscriben a los tabaqueros de Tampa y a cómo financiaron la compra de armas para las luchas independentistas, en los tiempos de José Martí, y a quienes ahora se manifiestan únicamente de forma abierta contra el bloqueo de los EEUU contra Cuba.

Despojando al concepto de `Patriota´ del sentimiento antiimperialista del que lo imbuyeron jóvenes como Mella, Fidel, o incluso el propio Che; se vuelve posible entonces asignarle tal categoría a cualquier persona, independientemente del resto de su pasado, o presente.

¿Se puede ser patriota y, a la vez, querer revertir el sistema político cubano a lo que otrora fuera un régimen dictatorial y servil, orquestado sobre la ignominia y la injusticia? Eso, incluso más que la hipocresía a la que se refería Fidel, es cinismo.

La confusión sobre qué es correcto o no, queda servida en plato de oro desde el momento en que consiguen equiparar el ejercer la crítica necesaria con el ser contrarrevolucionario, con otros epítetos altisonantes, o peor aún, lo califican como actuaciones propias de terroristas, y para ello mencionan, precisamente, a bandas terroristas creadas, financiadas y utilizadas por los EEUU.

La confusión sobre el carácter de la crítica lleva a uno de dos extremos. Mientras unos deciden callar para «no atacar a los suyos», una posición considerada más `responsable´, otros deciden arremeter con todas sus fuerzas, sin medir consecuencias, sin plantearse siquiera a quién benefician.

Bloqueando la capacidad de análisis crítico, callando a quienes, equivocados o no, se atreven a cuestionar, eliminan otro de los pilares de la formación como revolucionarios, la rebeldía. La Revolución Cubana triunfó por la determinación, por la rebeldía de su pueblo.

La rebeldía, el carácter inquieto, y la capacidad de realizar análisis críticos, son imprescindibles para poder desenmascarar los sofismas, los engaños, las hipocresías, e incluso a quienes bajo un atuendo supuestamente revolucionario esconden intereses oportunistas, o incluso una mano al servicio del imperialismo en forma de agente de cambio encubierto.

No por dejarlo para el final es menos importante. En los valores inculcados por la Revolución Cubana siempre ha estado el respeto a los héroes y mártires, la puesta en valor de los principios y anhelos por los que tantas personas valiosas han ofrendado y arriesgado sus vidas.

Así que no es de extrañar el esfuerzo que los enemigos de Cuba ponen en socavar sus ejemplos, sus figuras, en hacer creer que son cosas del `pasado´ que se deben dejar atrás, que los mayores ya tuvieron su tiempo y que ahora toca a los jóvenes.

Olvidar la historia no es solamente el primer paso para repetir los errores del pasado y del presente, es el terreno perfecto para implantar los mismos paradigmas posmodernistas que han servido de Caballo de Troya, ya probado exitosamente, en otros lugares del mundo.

Dejar de valorar la historia propia, dejar de ser incluso crítico con ella, abre el camino a otro paso peligrosísimo, la implantación de nuevos `héroes´ modernos, más digitales, venidos desde fuera a dar lecciones, a imponer fórmulas ajenas, a desplazar a lo autóctono.

No se debe olvidar, los mercenarios de hoy en día ya no vienen en barcazas de desembarco, pero siguen siendo alimentados por los mismos y para los mismos.

¡Es necesario abrir los ojos! Nunca los EEUU han sido aliados de los pueblos, ni siquiera del suyo propio. La solución no está en mirar hacia el norte, no vendrá de EEUU, y no vendrá de ninguno de sus voceros.